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El vencimiento de la moratoria jubilatoria nacional genera profunda preocupación, especialmente entre las mujeres. Nueve de cada diez mujeres en edad jubilatoria no podrán acceder a este beneficio, según advierte la abogada feminista Sofía Veliz, profundizando una desigualdad histórica en el sistema previsional. “La enorme proporción de personas que pudieron jubilarse a partir de la moratoria son mujeres”, explicó Veliz, destacando el impacto de esta medida en un sector vulnerable.

La moratoria, que finaliza este domingo, permitía a personas con edad jubilatoria pero sin los aportes necesarios, acceder a una jubilación, a través del pago de la deuda en cuotas. Esta política pública benefició principalmente a mujeres que dedicaron gran parte de su vida a tareas de cuidado no remuneradas, invisibilizadas y cruciales para el funcionamiento de la sociedad. Veliz subrayó que “hay una gran proporción de mujeres que no han trabajado fuera de sus hogares de forma registrada”, debido a roles de género arraigados y la falta de oportunidades laborales formales.

Ante la finalización de la moratoria, muchas mujeres se verán obligadas a recurrir a la PUAM (Pensión Universal para el Adulto Mayor), una pensión no contributiva con requisitos más restrictivos y un monto significativamente menor. “La PUAM es un monto muchísimo más bajo, es el 80% del mínimo que te daba la jubilación”, explicó Veliz, señalando que esta alternativa no compensa adecuadamente el trabajo realizado a lo largo de la vida. Además, la abogada recordó que la moratoria era un plan de pagos de deuda, no una concesión gratuita.

El cuidado es trabajo

Veliz cuestionó el discurso que niega el valor económico y social del trabajo doméstico y de cuidado. “Las mujeres están trabajando a veces el doble de horas que los varones”, afirmó, respaldando sus dichos con datos del INDEC que revelan que las mujeres dedican alrededor de seis horas diarias a tareas de cuidado no remuneradas. “Las tareas de cuidado son, al final, una actividad económica que también aporta valor”, remarcó Veliz.

Y recordó que en la gestión nacional anterior, el Ministerio de Economía había hecho el cálculo del impacto de las tareas de cuidado en el PBI. “Las tareas de cuidado son, al final, una actividad económica que también aporta valor. Aporta cerca de un 16%, o sea, cerca de lo que genera la actividad del comercio en términos del valor económico”, resaltó.

La abogada, además, planteó alternativas para garantizar la sostenibilidad del sistema previsional y la equidad de género. Entre ellas, mencionó la necesidad de repensar las exenciones impositivas a sectores privilegiados, como jueces y magistrados. “Con solo esa, podrías financiar un aumento del 20% de la jubilación mínima para todos y todas las jubiladas, sin excepción”, aseguró Veliz, abogando por una distribución más justa de los recursos.

Finalmente, Veliz señaló que la discusión sobre el sistema previsional debe abordarse con perspectiva de género, reconociendo el impacto diferenciado de las políticas en mujeres y hombres. “Si realmente este tema no lo ves con perspectiva de género, estás viendo la mitad de la película”, concluyó la abogada.